Unos simples hábitos y algunos trucos te permitirán sacarle más partido a la calefacción y minimizar el «tajo» de la factura.
Informe publicado el 26.10.2018 en www.elcorreo.com con información facilitada por EKA/ACUV.
Papel de aluminio
El papel de aluminio está especialmente diseñado para este propósito. Esto evita que el calor se escape a través de la pared reflejándolo hacia la habitación, este es un efecto espejo que funciona para este tipo de cerramientos.
Usa cortinas gruesas
Adiós a las cortinas brillantes y los colores frescos. Una de las fuentes más comunes de frío son las ventanas. El vidrio es un mal aislante, por lo que el hecho de que la ventana esté cerrada no significa que la habitación deba estar caliente. Como nos muestra Veoverde, los marcos de las ventanas y los vidrios son puentes térmicos que actúan como reguladores de la temperatura, trasladando parte del frío del exterior a la habitación. Para aislarnos del frío conviene utilizar cortinas desde el suelo hasta el techo, creando una bolsa de aire entre el cristal y la cortina rugosa.
Incluso con las puertas y ventanas cerradas, a veces notamos pequeñas corrientes de aire. ¿Lo que está ahí? Sin duda porque nuestra casa está llena de grietas en las ventanas y puertas. Para evitar que el frío se cuele por debajo de la puerta, conviene tapar aquellas hendiduras por las que puedan entrar corrientes de aire. Podemos utilizar exclusiones de corriente, que son unas tiras mullidas con capacidad de aislar e impedir el paso de corrientes de aire. En Decoestilo te explica cómo ponerlos.
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1- Utilizar doble acristalamiento
Gran parte del calor de nuestra casa se pierde por las ventanas, sobre todo si no están bien aisladas. Una opción es aumentar el grosor del vidrio, la otra es instalar una doble ventana que no deje escapar el calor.
Aunque es un trabajo un poco más caro, lo cierto es que esta solución puede ahorrar hasta un 45% en calefacción y aire acondicionado y por tanto en la factura de la luz. A la larga, definitivamente vale la pena.
Revisar el sistema de calefacción
- Revisar la presión de la caldera: debe ser -según los fabricantes- 1,5 bar. Esta presión debe comprobarse siempre con la tetera fría. Si es inferior a 0,5 bar, es posible que no arranque. La presión muy alta, por otro lado, también es mala porque cuando el agua se calienta hace que la presión suba por encima de los 3 bar y así la válvula de seguridad se activa y tiene fugas.
- Si tu caldera también se utiliza para calentar agua sanitaria, pásala a modo Invierno o Calefacción + ACS.
- Revisa el termostato, es decir, el dispositivo encargado de controlar el encendido y apagado del sistema de calefacción. Tienes que asegurarte de que funciona correctamente. Si es digital, no olvides comprobar que las pilas siguen funcionando.
- Revisa el estado de los radiadores: debes limpiarlos al menos una vez al año (con la calefacción siempre apagada y el radiador debe estar frío). Compruebe si hay fugas mirando la tecla de entrada para ver si hay marcas de agua o goteos. Y muy importante, no los tapes, ya que esto impide que funcionen correctamente.
Es fundamental tener un buen aislamiento térmico en casa para que no se pierda el calor que se genera en el interior, ni que entre el frío del exterior. En este sentido, las ventanas de PVC son una excelente opción, ya que este material es un excelente aislante térmico. Por otro lado, la instalación de cristales climalit en nuestras ventanas ayudará a mantener el confort térmico de la vivienda con mayor facilidad.