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¿Siempre mantienes la calefacción encendida o apagada y encendida cuando la necesitamos? Aquí está la pregunta.
Controla la temperatura de la casa, usa el termostato
Es cuestión de lógica. Cuanto mayor sea la calefacción, mayores serán los costos. En concreto, ahorrarás entre un 7% y un 11% de tu energía por cada paso. Según datos de la Oficina Verde de la Universidad de Zaragoza, si la calefacción se deja a 16º en lugar de 20º por la noche, te ahorrarás un 13% del gasto.
Como norma general, una temperatura entre 21° y 19° centígrados es más que suficiente para mantener la casa caliente. Sin embargo, sería genial poder ajustar esta temperatura para cada adicción.
Paneles reflectantes
La colocación de paneles reflectantes de calor detrás de los radiadores aumenta su eficacia y ayuda a ahorrar entre un 10% y un 20% en costes de calefacción según cálculos de la OCU. Su precio varía de 10 a 45 euros.
Encendemos la calefacción porque hace frío y la casa está calentita, no lleves pantalón corto ni camiseta en casa, aunque tengas calefacción central.
No se trata de estar en casa con tu chaqueta acolchada, se trata de vestirte para la época del año.
Recordar cuando estamos en casa
Así que el consejo para ahorrar energía para calefacción es utilizarla recordando siempre el tiempo que pasamos en casa. Si vamos a estar todo el día en casa pero salimos un momento por la tarde, conviene dejarlo encendido. Si vamos a salir unas horas, es mejor apagarlo. Puede agregar a este punto en esta publicación.
Además, una buena forma de ahorrar calefacción es apagarla un rato antes de salir. Eso es porque lo desenchufamos, la casa no se enfría inmediatamente, pero mantiene el calor un rato. Ese tiempo se perdería si no hay nadie en casa, por lo que podríamos ahorrar dinero si pasara media hora antes de salir de casa.
Ventilar la casa con la cabeza
Aunque haga frío, es necesario ventilar la casa, pero siguiendo unas instrucciones. No tiene sentido hacerlo a mediodía cuando el calor acumulado desde que te despertaste hasta esa hora se ha ido, por ejemplo.
Normalmente el mejor momento será por la mañana, aunque también depende de tus hábitos y de cómo hayas programado la calefacción.