Cuál es la mejor estufa para la salud

¿Parafina, eléctrica o gas? Es un problema cada temporada de invierno. Aquí tratamos de responderla comparando consumos, potencia y recomendaciones de expertos en energía y climatización.

Las diferencias entre cocinas de gas y eléctricas.

Las estufas de gas producen vapor, por lo que el agua puede condensarse en las paredes y techos, así como en las ventanas. Las estufas eléctricas no emiten este vapor, sino que generan calor seco sin combustión. Si las paredes están húmedas, no es resultado del calentamiento.

Otra diferencia significativa es la forma en que cada una de las estufas emite calor. Las estufas eléctricas lo hacen por radiación, lo que significa que el calor se disipa a medida que se calienta el aire alrededor de la estufa. Las estufas de gas emiten humo directamente, que también calienta el aire, pero más rápido que las estufas eléctricas.

¿La calefacción afecta a los problemas respiratorios?

Hay muchos sistemas de calefacción: suelo radiante, estufas de gas, eléctricas y de leña, entre muchos otros. En general, se pueden clasificar entre los sistemas que funcionan por combustión, los que utilizan electricidad, como los radiadores, y los que se calientan mediante la circulación de aire caliente, como los acondicionadores de aire.

Los sistemas de combustión consumen oxígeno y liberan monóxido de carbono al aire. La estufa es el ejemplo más obvio.

estufas

Por un lado, el riesgo de que alguien se queme con la llama, por otro lado, una estufa quema oxígeno y produce sustancias que pueden ser dañinas. Por ello es importante una adecuada ventilación de la vivienda para evitar la acumulación de gases nocivos para la salud.

Calentadores eléctricos

En este caso, estos aparatos no tienen superficie incandescente, por lo que la posibilidad de un accidente por quemadura se reduce considerablemente. Sin embargo, es importante tener un cinturón de seguridad (como con todos los calentadores) para evitar que los objetos cerca del aparato se derritan o se sobrecalienten, y para mantener el cable alejado del calentador, ya que las altas temperaturas pueden hacer que se derrita.

Los calentadores de aceite tampoco tienen una base incandescente, lo que podría representar un riesgo para la salud de las personas que entran en contacto con estos calentadores. Su funcionamiento es similar a los calentadores de gas como el butano, excepto que en lugar de usar combustible gaseoso, se usa aceite para la combustión. Se recomienda no colocar nada cerca de este tipo de calefactores para evitar que se quemen o se derritan.

Riesgos derivados del aumento de temperatura y sequedad del ambiente

En primer lugar, diremos que es necesario disponer de un termómetro y un higrómetro para medir las condiciones ambientales en las que nos conocernos a nosotros mismos. Lo ideal es que la temperatura no supere los 21º-23º y la humedad ambiental esté entre el 50 y el 70%. Para conseguirlo, es importante disponer de un termostato que controle la temperatura en todo momento y por tanto gestione el funcionamiento del sistema de calefacción.

A mayor temperatura, mayor secado del medio, este factor también depende del sistema de calefacción utilizado. Por tanto, el sistema de aire acondicionado con bomba de calor es el que más se seca. Los acumuladores eléctricos y los radiadores de agua caliente cuyas calderas funcionan con gas o gasóleo son buenos sistemas en este sentido.

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