La palabra calefacción es de origen latino. Proviene de «calefactionis», que a su vez se deriva del término verbal «calefacere», que indica el acto de producir calor.
La calefacción es el sistema o mecanismo que proporciona calor a un ambiente para mantener su temperatura en el nivel deseado, o lo eleva para que lo alcance por considerarse frío.
Sistemas de bomba de calor
La calefacción por bomba de calor también se puede encontrar en lugares donde no hace demasiado frío en invierno. Generalmente comparte la planta y los equipos generadores con el sistema de aire acondicionado. Es un sistema basado en la termodinámica, que toma la energía de un punto frío (fuera de la casa o donde se encuentra) y la lleva al aire caliente. Este proceso ya se completa dentro del sistema de calefacción, dentro de la casa.
Válvula encargada de invertir la temperatura del aire (que realiza la operación inversa en verano si el sistema también está climatizado). A continuación, el aire caliente se extrae a través de las rejillas de un dispositivo de extracción de aire (o las asociadas al sistema de calefacción por bomba de calor integrado en la vivienda), si toda la canalización del sistema está integrada en la vivienda. Por ejemplo, protegido por un falso techo. Es uno de los tipos de calefacción que menos energía consume, ya que es un sistema que se caracteriza por un alto nivel de eficiencia energética.
Tipos de estufas
A diferencia de los animales, los humanos no tenemos plumas ni mucho pelo para protegernos del frío. Por eso tienes que acudir a diferentes recursos para tu calefacción.
Envolver la ropa era, desde tiempos prehistóricos, el procedimiento básico para mantener el cuerpo caliente.
Otro hito en el calentamiento fue la introducción del fuego hace unos 450.000 años.
Ondol
Al igual que Hypocaust, es un tipo de calor que el suelo calienta toda la habitación por convección. Es un sistema tradicional coreano milenario que todavía se usa hoy en día de una manera más moderna.
La Gloria es un sistema de combustión en el exterior de la vivienda para calefacción. Es particularmente más eficiente porque te permite regular la temperatura controlando el aire que entra a la casa. Tiene su origen en Castilla a partir de la Edad Media y le precede el hipocausto.
Riesgos derivados del aumento de temperatura y sequedad del ambiente
En primer lugar diremos que es necesario disponer de un termómetro y un higrómetro para medir las condiciones ambientales en las que nos conocernos a nosotros mismos. Lo ideal es que la temperatura no supere los 21º-23º y la humedad ambiental esté entre el 50 y el 70%. Para conseguirlo, es importante disponer de un termostato que controle la temperatura en todo momento y por tanto gestione el funcionamiento del sistema de calefacción.
A mayor temperatura, mayor secado del medio, este factor también depende del sistema de calefacción utilizado. Por tanto, el sistema de aire acondicionado con bomba de calor es el que más se seca. Los acumuladores eléctricos y los radiadores de agua caliente cuyas calderas funcionan con gas o gasóleo son buenos sistemas en este sentido.